08 mayo 2007

Cuando el videojuego se hace arte

Desde hace un tiempo, los videojuegos viven su propia generación 2.0. Un nuevo panorama que en lugar de buscar la alta definición en gráficos (algo que logra la PS3 condenándose a un público demasiado especializado y limitado) quiere entretener y motivar a nuevas audiencias alejadas hasta la fecha de estos ámbitos. Esta nueva generación de juegos busca activar aquella parte del cerebro que los convencionales dejaban muerta: la imaginación.
Páginas y páginas han hablado de este tema centrándose en los juegos de Wii y de la DS, ambas de Nintendo, líder del sector hasta la aparición de la consola de Sony. En el catálogo de estas consolas se ofrecen títulos para aprender inglés, cocina y hacer ejercicio (sea físico en el caso de a Wii (wii Sports) o mental en el de la DS (Brain Training).
Los que me han llamado la atención estos días son dos juegos que se ofrecen gratuitamente en sus respectivas webs.
El primero es Plasma Pong. El tradicional Pong (dos barras y una pelota) se transforma en un espectáculo visual gracias a complejas operaciones aritméticas que se alejan del manoseado tema de los fractales. Fácil de jugar y realmente entretenido.
El segundo lo he descubierto hoy mismo gracias a mis compañeros de grafismo. Se trata de Line Rider. En lugar de manejar al protagonista, un chico en trineo dibujado al más puro estilo Cutlas, tenemos que dibujar el recorrido por el que irá. Sin vidas extra, sin puntos... nada más que la creatividad el "jugador".

1 comentario:

Anónimo dijo...

La opción de Nintendo por encontrar nuevos nichos es bastante acertada. Aunque los juegos de acción, estrategia y simulación estén bien, vale la pena que mientras te entretienes ejercites partes del cuerpo que muchos parecen tener atrofiados.