Hace unos días, un compañero de trabajo me contaba que le interesaría abrir un blog, algo tan interesante como ya habitual, pero que el motivo de sus reticencias era solamente uno: tener un blog es una responsabilidad.
Me temo que, al igual que no tengo animal de compañía al creer que no lo cuidaría lo suficientemente bien, he defraudado a muchos lectores que entran y no encuentran nada nuevo desde hace tiempo (aunque siempre he recomendado los lectores de feeds , desde Bloglines hasta el sencillo escritorio de iGoogle).
Intentaré, sin decir que es por última vez, hacerlo bien. Pero no sin antes exponer el motivo principal del ínfimo ritmo de actualizaciones: se han multiplicado los blogs desde que ya más de dos años atrás abriera "Historias de la tele" y el tiempo que permanezco enchufado a la red continúa siendo el mismo.
En resumen, que considero que la blogosfera tiene más cosas que contarme que yo a ella.
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